Una sociedad inequitativa no puede aspirar a una verdadera paz.

 

En el año 2002 fue aprobada la Ley 789 por la cual se flexibilizó el régimen laboral con el objeto de generar empleo. Se modificó la jornada de trabajo, la indemnización por despido unilateral sin justa causa, la remuneración por trabajo los días dominicales, entre otros aspectos. Con esa ley se desconocieron los principios de no regresividad, solidaridad, cargas públicas y proporcionalidad. Pasados más de quince años es evidente que no se cumplió el objetivo. Solo con la Ley 1846 de 2017 se logró recuperar una hora de jornada nocturna. Ahora se pretende una nueva reforma laboral con el mismo propósito.

 

El Centro Colombiano de Estudios Constitucionales y un grupo de estudiantes de la maestría en Derecho del Trabajo y la Seguridad Social de la Universidad Pontificia Bolivariana, presentaron el 25 de septiembre de 2017 acción de inconstitucionalidad en contra de ambas leyes. Los argumentos se concretan en la violación de los principios de no regresividad, solidaridad, cargas públicas y proporcionalidad. No se puede renunciar a la idea de un Derecho que promueva la equidad y ayude al fortalecimiento del Estado social.